lunes, 23 de noviembre de 2009

Tengo un hijo muy violento ¿Qué hago con él?

 
 

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via Mi Cumbre by Francisco on 11/20/09


ESCUELA PARA PADRES

 

Tengo un hijo muy violento ¿Qué hago con él?

 

2,630 Palabras. Tiempo de lectura 9:55 minutos

 

20 Consejos para prevenir, entender y solucionar el problema del hijo violento.

 

Otros artículos relacionados:

 

 

Definición de violencia: Acción violenta o contra el natural modo de proceder, estado natural, situación o modo, producida bruscamente con ímpetu, fuerza e intensidad extraordinaria. Hecha con genio arrebatado e impetuoso, dejándose llevar por la ira, contra el gusto de uno mismo, por ciertos respetos y consideraciones. Cuando la acción es falsa, torcida o fuera de lo natural, ejecutada contra el modo regular o fuera de razón y justicia.

 

Virtudes y valores humanos relacionados con la violencia: Afabilidad. Amabilidad. Amor. Autodisciplina. Caridad. Contención. Cordialidad. Delicadeza. Disciplina. Dulzura. Educación. Fortaleza. Generosidad. Humildad. Mansedumbre. Mesura. Moderación. Paciencia. Paz. Prudencia. Recato. Respeto. Respeto. Responsabilidad. Serenidad. Ternura. Tolerancia. Voluntad.

 

Sinónimos de violencia. Arrebato. Barbarie. Bestialidad. Brusquedad. Brutalidad. Choque. Coacción. Crimen. Crueldad. Dureza. Enfado. Estridencia. Fanatismo. Fuerza. Furia. Furor. Impulso. Ira. Rabia. Rudeza. Salvajismo. Saña.

 

Ningún hijo nace violento, se van haciendo poco a poco violentos. Pueden nacer con más o menos genio o carácter, pero nada más que les van apareciendo los primeros síntomas de violencia, los padres tienen que corregirlos inmediatamente. Los hijos que son violentos de por si, suelen serlo por consentimiento de los padres y por que no están bien educados en contra de la violencia.

 

A medida que pasa el tiempo, las actitudes violentas de los hijos son más difíciles de corregir y por lo tanto sus previsibles actos y consecuencias presentes y futuras son cada vez mas graves para los padres y para los hijos.

 

Los padres que hacen derramar las primeras lágrimas de sus hijos por una violencia irracional contra ellos, les están inculcando los sentimientos de ira, tristeza, envidia, venganza e hipocresía. Es necesario y obligatorio corregir a los hijos, pero sin emplear la violencia para que no se acostumbren a ser violentos porque han sido tratados violentamente por sus padres.

 

Hay padres que siembran la semilla de la violencia en los hijos cuando están dando el mal ejemplo de su violencia en las discusiones, malos tratos con su cónyuge, familiares o amigos. El ejemplo violento de lo que ven es la semilla que posteriormente germinará y convertirá a los hijos en violentos.

 

La violencia de los hijos suele estar copiada de lo que ven en sus padres, hermanos, familia y sociedad. Si desde niños están rodeados de juguetes bélicos y violentos, películas e incluso dibujos animados llenos de violencia, a la fuerza se verán impregnados de violencia para siempre.

 

Casi todos los medios de comunicación y pantallas electrónicas puestas al alcance de los niños están llenos de violencia. Los juegos infantiles, aunque de forma sutil también están llenos de violencia. Muchos de los principales deportes que practican también son violentos. En la escuela ven continuamente escenas de violencia entre sus compañeros, lo que hace que crezcan en un ambiente que les insta a aprender a ser violentos para sobrevivir en la jungla de la sociedad violenta.

 

La violencia expresada por los niños muy pequeños, suele empezar con las rabietas por conseguir caprichos y si son consentidas y no corregidas continúan aumentando hasta producir las primeras violencias. Enseguida empiezan a verse los signos de violencia en las discusiones o peleas con sus hermanos u otros niños, destrozando sus juguetes, rompiendo las plantas, pegando a los animales domésticos, cuando hacen travesuras sencillas pero con signos violentos. Estas pequeñas demostraciones de violencia muchas veces son llamadas de atención hacia su persona, demostrando que necesitan más interés que el que están recibiendo. Por eso los padres tienen que estar muy atentos al grado de intensidad de las reacciones de los hijos ante las adversidades y de las situaciones que les produzcan contradicciones.

 

Los padres no pueden aplicar las mismas soluciones ante la violencia de un niño pequeño, por ejemplo de dos años, con las muestras de violencia de un adolescente de 17 años. Si a esta edad los padres no han conseguido corregir la violencia de su hijo, cada vez será más difícil hacerlo, máxime si a los 18 años se marcha de vivir en la casa de los padres y se va a vivir por su cuenta, sin que nadie, excepto la sociedad o la policía, le corrija. Es demasiado alto el precio que pagan los niños y adolescentes por ser violentos.

 

Los padres tienen que poner los remedios muy a tiempo, para que la violencia y otras actitudes graves de los hijos, que desde pequeños les van influyendo en su carácter y en las consecuencias de sus vidas, no les vaya formando una espiral que no tiene freno, siempre va a más. La violencia genera violencia, la cual queda incrustada para siempre, desde la niñez. Es muy difícil que un niño violento reconsidere su actitud y cambie, a no ser que tenga un escarmiento que desgraciadamente le puede dejar cicatrices imborrables para toda la vida.

 

La violencia no produce satisfacciones, al contrario produce más violencia, con desagradables y muchas veces irreversibles consecuencias. Las cárceles, los hospitales, los cuerpos con traumas y los cementerios están llenos de violentos que no corrigieron su violencia en tiempo oportuno o que no supieron entender la educación que les daban sus padres.

 

20 Consejos a los padres en relación con el hijo violento (Consejos similares aparecen en artículos anteriores, pero los he adaptado específicamente a los hijos violentos)

 

  1. Aceptar que la educación sobre protectora, blanda, negligente o severa en exceso, hace que el hijo violento sea cada vez más violento.
  2. Apoyar una estrecha unión con los maestros, familiares, sacerdotes y tutores para formar un frente común, evitando que haya la mínima dispersión o grieta en las instrucciones que dan a los hijos, pues el hijo violento va a intentar por todos los medios expresar su violencia ante cualquier motivo, situación o persona, valiéndose de subterfugios para justificarla, buscando incluso disculpas y aprovechando una posible confusión entre los padres o educadores. Seguro que utilizará la buena voluntad o errores de sus educadores para salirse con la suya y seguir haciendo lo que le parezca.
  3. Comprender y explicar que un hijo violento no siempre va a salir ganado en las peleas, pues no suelen tener la inteligencia suficiente ni la autodisciplina para controlarse, por lo que no se habitúan a ver donde se meten, ni las consecuencias que les acarrearán sus malas decisiones. La violencia de los hijos tiene el poder de la fatal atracción de otros violentos, lo que genera más violencia. Ser violento causa una gran pérdida de energía, tiempo y dinero para resolver los problemas producidos.
  4. Encargarle pequeños trabajos familiares con motivaciones, objetivos claros y alicientes que compensen sus esfuerzos. Obligaciones en las que tenga que demostrar su capacidad de aceptación de diversas situaciones donde pueda demostrar algunas de las virtudes y valores humanos que he indicado anteriormente. Por ejemplo juegos o competencias en los que el que pierde tenga que realizar trabajos que nos les gusta hacer a los hijos. Sugerirles que presten juguetes u otras cosas personales a otros niños, etc.
  5. Estar al tanto de cómo los síntomas del hijo violento se van manifestando en muchos aspectos, en función de la edad y características de cada hijo, como:
    1. Afición por practicar o ver deportes excesivamente agresivos.
    2. Comentarios agresivos o provocativos buscando violencia.
    3. Discusiones con sus hermanos o amigos, que algunas terminan en mordiscos, arañazos o peleas.
    4. Excesivo interés por películas o revistas explícitamente violentas.
    5. Fomentar la estancia con personas o agrupaciones agresivas que preconicen: La supremacía racial. Los crímenes por odio. La intolerancia hacia los que son diferentes de raza, cultura, economía, religión, política, etc.
    6. Heridas o magulladuras en su piel.
    7. Participar en actividades violentas contra las personas o las cosas, etc.
    8. Portar armas prohibidas o peligrosas.
    9. Quejas de los maestros, policía, familiares, amigos, o personas encargadas de su cuidado.
    10. Reclamaciones económicas por daños hechos a terceros o a propiedades ajenas.
    11. Ropas provocativas propias de pandillas o movimientos políticos violentos.
    12. Rotura de sus ropas, juguetes o pertenencias.
  6. Estar muy alertas los padres para ayudar a que el hijo no sea contagiado por los intereses de algunos medios de comunicación; periódicos, revistas, TV, radio e Internet, que ponen mucho énfasis en proclamar contravalores humanos, los cuales están íntimamente asociados con las actitudes de los hijos violentos.  
  7. Evitar que haya una influencia negativa familiar, que se suele producir cuando hay graves situaciones de violencia familiar entre los padres, familiares o amigos, la mayoría de las veces producidas por el consumo de alcohol o drogas. Cuando trascienden sus desacuerdos en la forma de educar a los hijos, su desconexión con la escuela o cuando es patente la falta de cantidad y calidad del tiempo dedicado a acompañar y a educar a los hijos.
  8. Fomentar la conexión entre la escuela, la familia y la Iglesia por todos los medios posibles, pues ellas brindan importantes herramientas educativas para prevenir y remediar un asunto tan complejo como el la violencia en los jóvenes, que desgraciadamente está muy presente en muchos hogares.
  9. Hacer un análisis en profundidad de sus actitudes relacionadas con la educación que han dado a su hijo en las virtudes y valores humanos. Buscando las causas, bien sean médicas, familiares o sociales por las que el hijo es violento, para poder poner en práctica las soluciones aconsejadas.
  10. Ignorar las falsas disculpas de que el hijo ha salido genéticamente "violento como su abuelo o su tío paterno o materno". O justificarle diciendo que el hijo se pone violento en cuanto prueba el alcohol o cuando le llevan la contraria. Sencillamente el hijo está enfermo, no está bien educado o está muy consentido.
  11. Los padres no están solos, tienen unos extraordinarios aliados naturales con los que deben sumar esfuerzos en beneficio de los hijos para la prevención y en su caso solución de los problemas. Por ejemplo: Otros familiares que hayan demostrado conocimiento, experiencia y seriedad en la educación, los maestros, sacerdotes, pastores, rabinos, imanes, escuelas para padres, equipos multiprofesionales, etc. Sin olvidar los innumerables y fantásticos libros y revistas especializados en educación de los padres y de los hijos, páginas de Internet, programas de TV y de radio, etc. Aunque los padres conozcan perfectamente a sus hijos, hay otros que conocen a muchos más niños y jóvenes y que además pueden ver aspectos, que los padres no se percatan por exceso de cariño o por falta de formación.
  12. Mantener el plan previsto por encima de las posibles desavenencias educativas entre los padres, la desconexión con los maestros, y la lucha contra los efectos exógenos que la sociedad está produciendo continuamente en el hijo violento. Si los padres perseveran podrán conseguir que de la buena y rápida consecución del plan, salgan las nuevas costumbres que se convertirán en hábitos saludables y posteriormente en la práctica continua de las virtudes y valores humanos. 
  13. No consentir el cuestionamiento continuo y sistemático del hijo que quiere evitar recibir advertencias, reprimendas, consejos u órdenes que le den sus padres, maestros o familiares con autoridad sobre ellos. Pues nunca suelen aceptar enfrentarse a tener que aceptar y cumplir lo que les dicen.
  14. No dejarse seducir por los mensajes que emite continuamente la sociedad permisiva a la familia y a su entorno. Ese tipo de sociedad perniciosa, acorrala, aísla, desorienta y seduce a los padres, si estos no tienen una buena formación educativa en las virtudes y valores humanos. De ahí la insistencia en que los padres tienen que tener una formación continua, pues su obligación ineludible es la de educar a sus hijos y estar muy atentos a todo lo que acontece alrededor de la familia.
  15. No permitir que el hijo violento comprometa la estabilidad económica de la familia al meterse voluntaria o involuntariamente en problemas de violencia que conlleven responsabilidades familiares.
  16. Preguntarse, cuándo, dónde, cómo, cuánto, por qué y para qué el hijo es violento. Son preguntas que les servirán para encontrar soluciones que ayuden a modificar el comportamiento violento de los hijos. A partir de la obtención de las respuestas y en función de las edades y situación de cada hijo, sus puntos fuertes y sus puntos débiles, deberán preparar un plan de actuación futura con sus correspondientes controles de funcionamiento para conseguir el objetivo de corregir la actitud violenta del hijo.
  17. Preparar un plan para actualizar la educación dada al hijo violento, de acuerdo con las respuestas a las preguntas anteriores, a su edad y a sus características. Ese plan deberá prever la enseñanza y puesta en práctica de las virtudes y valores humanos relacionados principalmente con la violencia, para poder contrarrestar la que tiene. Estará diseñado para cumplir los objetivos propuestos de cantidad, calidad y tiempo, tanto personales como los relacionados con los otros componentes de la familia, la escuela, la Iglesia, las amistades y con el círculo que componga su sociedad. El plan determinará las tareas concretas, junto a horarios de comienzo y terminación, así como los premios y castigos.
  18. Proteger a los demás miembros de la familia de las irregularidades que en la vida familiar produce el hijo violento, ya que los demás no tienen porqué sufrir las consecuencias físicas, económicas, morales o de fama que el hijo violento hace consciente o inconscientemente.
  19. Resolver la educación del hijo violento a base de tener muy buena educación de los padres pidiendo consejo a los sacerdotes, pastores, rabinos o imanes que son los que más experiencia tienen en solucionar estas situaciones.
  20. Tomar medidas para corregir a los primeros síntomas de que el hijo muestra signos de violencia, no aceptando ninguna de las disculpas presentadas y examinar en profundidad las causas que motivan esa actitud, para afrontar la situación con claridad y sentido común.

 

Decisión extrema. Si los padres sienten temor a que la violencia del hijo se refleje en sus hermanos y les perjudique a ellos o al matrimonio, tienen que tomar alguna medida drástica, siempre que estén dispuestos a realizarla. No vale amagar y no dar. Es muy duro decirlo, pero algunas veces no hay más remedio que ser muy firmes para que por el propio bien de los hijos, entiendan que no pueden seguir haciendo únicamente su voluntad y sacrificando la vida de sus hermanos, padres y familiares.

 

Si es menor de 18 años. Dígale claramente a su hijo violento, que si vuelve a hacer alguna violencia dentro o fuera de la familia, lo denunciará a la policía o a los tribunales de menores para que se lo lleven fuera de su casa, a un reformatorio, cárcel juvenil o entregado a otra familia, según aplique la ley de cada país. Además que en cuanto cumpla los dieciocho años lo despedirá de la casa, si no ha salido antes. No se olviden que los padres son responsables civilmente de las consecuencias de las violencias de sus hijos.

 

Si es mayor de 18 años. Échele de la casa, si es necesario cambie la cerradura de la casa, para que no pueda volver a entrar. La calle es muy dura y aprenderá en cabeza propia a no ser violento.

 

Siempre dejen la puerta abierta del retorno al hogar familiar, para cuando den muestras fehacientes de arrepentimiento, propósito de la enmienda y cambio de actitud.

 

Si tiene algún comentario, por favor escriba a francisco@micumbre.com

Si quiere leer otros artículos complementarios, visite www.micumbre.com


 
 

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jueves, 12 de noviembre de 2009

Cuando el niño es diabético

 
 

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La diabetes es la segunda enfermedad crónica que más afecta a los niños. Los casos aumentan año tras año, llevando a los niños afectados a tener un alto grado de responsabilidad y control por lo que podría ocurrir si no se tienen los cuidados adecuados.

 
 

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cómo elegir la mochila ideal para el niño

 
 

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via Blog de Salud y Belleza by Alejandro Castellón on 11/10/09

La espalda de los niños de hoy en día sufre más de la cuenta. Demasiado peso el que tienen que transportar día tras día hace que la espalda se resienta, con esas gigantescas mochilas que llevan y que en ocasiones abulta más que el propio niño. Desde este blog de salud te damos unos pequeños consejos para que sepas cómo elegir la mochila ideal para el niño.

mochilas niños


Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay una regla de oro. Cada niño es diferente, tienen estructuras corporales distintas, pesos y fuerzas diferentes, … por lo que cada uno puede necesitar su propia mochila.

Pero, para saber cómo elegir la mochila ideal para el niño, hay que tener en cuenta que ésta tiene que estar pegada a la espalda, sin holgura, y junto a la zona lumbar, entre las caderas. Tiene que tener los tirantes anchos y que estén acolchados, para que no hagan daño en los hombros del niño.

Por otro lado, la mochila tiene que tener un tamaño igual al torso del pequeño, nunca mayor. Tiene que tener la posibilidad de poder graduarse, para poder adaptarla a distintas alturas y que siempre se quede pegada a la espalda. Además, la mochila tiene que quedar tensada y el peso repartido en ambos hombros por igual, para ello, es recomendable una mochila que disponga de diferentes compartimentos. Ten en cuenta que un exceso de peso obliga al niño a encorvarse hacia adelante, lo cual es muy negativo para su joven espalda.

Indícale al niño que la mochila tiene que llevarse siempre sobre los dos hombros, nada de colgársela solo en uno, y que para colgársela, se agache doblando las rodillas, nada de doblar la espalda. Por último, hay expertos que desaconsejan el uso de mochilas con ruedas, las de tipo carrito, afirmando que las muñecas de los niños no pueden tirar de tanto peso, y acaban sufriendo.


 
 

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domingo, 8 de noviembre de 2009

Remedios naturales para fortalecer el sistema inmune

 
 

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Conozca las comidas que contienen los minerales y vitaminas necesarios para fortalecer el sistema inmune.

 
 

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jueves, 5 de noviembre de 2009

La neumonía en los niños

 
 

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via Bebés y Embarazos by silvia on 11/5/09

enfermo

A menudo comienza después de un catarro común. Aunque puede presentarse a cualquier edad, desde la lactancia a la adolescencia, no todas tienen el mismo origen ni revisten la misma gravedad.

La neumonía es una infección que provoca que sus pulmones se llenen de líquido, causándole dificultades respiratorias. La mayoría de agentes causantes son virus y, afortunadamente, casi todos los niños se recuperan de forma rápida y completa en un período de 6 a 8 semanas.

La neumonía tampoco tiene repercusiones a largo plazo. En condiciones normales, su pulmón se curará de forma adecuada y cre¬cerá sin problemas. Sólo en el caso de que el germen sea resistente al tratamiento o la enfermedad sea recurrente se debe realizar un seguimiento más exhaustivo.

Está protegido… pero no del todo:

En el calendario rutinario existen vacunas que protegen frente a determinados tipos de neumonía. No así la producida por neumococo, especialmente temida por su frecuencia y gravedad. En España, la vacuna neumocócica se financia únicamente a los niños que pertenecen a grupos considerados de riesgo.

Pide consejo al pediatra

No obstante, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda la inmunización con la vacuna neumocócica conjugada heptavalente a todos los niños sanos menores de dos años; a los niños entre dos y tres años que asisten a guarderías; a los niños con otitis de repetición y a los que presentan una situación especial de riesgo, así como a los niños de cualquier edad con inmunidad comprometida.

Los virus y bacterias que causan neumonía son contagiosos y se suelen encontrar en las secreciones orales y nasales de las personas infectadas. Si alguien en casa tiene una infección respiratoria o de garganta, mantén sus cubiertos y platos separados de los del resto y lávate las manos con frecuencia.

¿Le cuesta respirar?

Los síntomas son comunes con independencia de la causa: aumento de la frecuencia respiratoria, fiebre, tos y malestar general son habituales. En los lactantes, además, suele haber un rechazo del alimento y en niños más mayores, dolor torácico.

El tratamiento de la neumonía depende de la edad del niño y de su presentación clínica. Si el pediatra recomienda antibióticos, hay que administrárselos con la frecuencia y duración prescritos para una mejor recuperación y evitar que otros se contagien.

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Kideos, portal de vídeos de Youtube para los peques

 
 

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via Bebesymas by Eva Paris on 11/4/09

Hoy os presentamos un nuevo portal de vídeos para niños en el que no encontrarnos sorpresas desagradables en forma de contenidos inapropiados a la hora de realizar cualquier búsqueda. Se trata de Kideos, un portal de vídeos de Youtube, seguro para los peques. Los vídeos se clasifican por categorías, con dibujos animados y series infantiles tan conocidos como Baby Einstein, Barrio Sésamo, los...

(Sigue en Bebés y más...)

 
 

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Mi hijo comienza a gatear

 
 

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via Bebés y Embarazos by silvia on 11/5/09

gatear.

Échale una mano a tu bebé. Los especialistas consideran que el gateo es la base del desarrollo de múltiples aspectos, por lo que es importante no saltarse esta etapa. Algunos bebés gatean de forma espontánea con una habilidad pasmosa, mientras que otros, algo más remolones, necesitan una ayudita.

Toma nota:

–Entrénalo: Si te colocas echada sobre tu espalda y levantas a tu bebé de modo que quede apoyado en cuatro puntos sobre tu pecho (pies y manos), estarás invitándole a que gatee.

–Elije un buen lugar: No todas las superficies son válidas para gatear. Déjalo libre sobre una base plana, firme y amplia.

Vístelo cómodo: La ropa no debe ser un impedimento en sus esfuerzos por avanzar. Puede que con los peleles sus rodillas resbalen. Lo mismo ocurre con los calcetines. Lo ideal es gatear descalzo, pero si lleva zapatos, que sean flexibles y anatómicos para no deformar sus pies. El pañal, especialmente si está muy mojado, también puede ser un estorbo importante.

–Ponle un objetivo: Coloca frente a él, a poca distancia pero inalcanzables con sus manos, objetos de colores vivos que llamen su atención y le animen a moverse para atraparlos. Tú misma puedes ser su mejor reclamo si te sitúas frente a él.

–Dale un empujoncito: Si se encuentra en posición de gateo, pero no se decide a avanzar, empuja suavemente con tus manos las plantas de sus pies para que sienta como se desplaza hacia delante.

–Ni más listo ni más guapo:En todo caso, no te alarmes si tu bebé no gatea nunca. Si bien es cierto que gatear es provechoso, eso no significa que al final sea más tonto o menos habilidoso que el que sí lo ha conseguido. De hecho, algunos bebés dominan tan bien este arte que tardan más en ponerse en pie y caminar porque no lo necesitan para llegar a sus objetivos.

bebe


Lento pero seguro:

  • Asegúrate de elegir un lugar libre de obstáculos y peligros. Las plantas o mesas de centro son un estorbo.
  • En cuanto empiece a tener autonomía de movimientos, nunca lo dejes sin supervisión.
  • Presta atención a aquellos elementos del hogar (enchufes, escaleras, puertas…) que antes no representaban un peligro.
  • Retira del suelo cualquier objeto que pueda llevarse a la boca y tragar, así como cualquier sustancia potencialmente tóxica.
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TV #35.7 Tecnología Doméstica Profeco: Masa para moldear

 
 

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via Revista del Consumidor en línea by urodriguezm@profeco.gob.mx (Revista del Consumidor - Profeco) on 11/5/09

TDPbotónNo necesitas gastar mucho dinero para que tu hijo se divierta. La Tecnología Doméstica Profeco de hoy te enseña a crear una fascinante masa para moldear con la que tu pequeño podrá formar la silueta de jirafas, elefantes, automóviles y árboles. Busca los ingredientes, sigue el sencillo procedimiento y ahorra 65% de lo que gastarías en el producto comercial. ¡Pasa un inolvidable momento con tu hijo mientras preparas esta masa para moldear!

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