Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
Si eres mujer, fumadora, y te has enterado que estás embarazada, lo mejor que puedes hacer es abandonar, y cuanto antes, el cigarrillo. Es que si estás en la "dulce espera" y fumas, debes saber que corres hasta tres veces más de riesgo de tener un parto prematuro, y el doble de que tu bebé tenga bajo peso al nacer.
Un reciente estudio llevado a cabo en Australia y Nueva Zelanda concluyó, sin embargo, que tendrías tiempo de dejar el mal hábito hasta el cuarto mes de gestación para no ser más propensa a sufrir estos problemas (en lo personal, te insto a que lo dejes cuanto antes).
Recordemos que el tabaco también se lo ha asociado a otros trastornos relacionados con el embarazo: a un incremento del riesgo de sufrir un aborto espontáneo, de un embarazo ectópico, muerte neonatal, además de las otras complicaciones ya mencionadas.
Y, aunque varios estudios ya se hayan encargado de analizar estas relaciones, pocos de ellos "han investigado si existe un punto crítico antes del cual se deba dejar de fumar para prevenir las complicaciones del embarazo que conlleva este hábito", explicaron los autores sobre su objetivo en el artículo que salió publicado en British Medical Journal.
Lo que este grupo de investigadores de la Universidad de Auckland (Australia) hizo fue analizar y hacer un seguimiento hasta el momento de dar a luz de un total de 2.504 embarazadas primerizas, de las cuales 1.992 eran no fumadoras, 251 sí lo eran, y las restantes 261 habían dejado el mal hábito antes de la semana 15 de gestación.
Así, se prestó atención a la tasa de partos prematuros y de los bebés nacidos más pequeños de lo normal y con bajo peso: con respecto a lo primero, se encontró que una de cada 10 madres fumadoras dio a luz antes de la semana 37 (límite antes del cual se considera prematuro). Mientras que, por el contrario, el porcentaje en los otros dos grupos de mujeres llegó sólo a ser del 4 por ciento.
En cuanto al segundo problema, de nuevo el abandono del tabaco antes del cuarto mes tuvo un efecto positivo, igual que en las que no fumaban, ya que entre estas mujeres hubo un 10 por ciento de recién nacidos de bajo tamaño frente al 17 por ciento registrado entre las madres fumadoras.
Finalmente, otro de los factores analizados por este equipo neozelandés fue los niveles de ansiedad y depresión. Según explicaron los autores, es precisamente el estrés emocional de las mujeres uno de los motivos por los que muchas embarazadas (el 22 por ciento, según algunos estudios) no pueden abandonar el tabaco. Las puntuaciones obtenidas por fumadoras y ex fumadoras eran similares.
"Esto sugiere que las estrategias para ayudar a las mujeres a controlar el estrés merecen considerarse dentro de los programas de ayuda a la embarazada que quiere dejar el tabaco", concluyeron los autores.
Vía Elmundo.es
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1 comentario:
Muy buena información, pero también quisiera acotar que fumar durante embarazo incrementa el riesgo de que los bebés nazcan con labio leporino y problemas de afecciones respiratorias como el asma y bronquitis.
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